Zamora Capital del Románico. Zamora es una de las ciudades más antiguas de Europa. La ciudad fue fundada a inicios de la Edad del Bronce, siendo posteriormente ocupada durante la Edad de Hierro por el pueblo celta de los vacceos, que la denominaron Ocalam.
De la época romana es su bandera, que tiene su origen en un famoso héroe Viriato, el “terror romanorum”, que celebraba sus victorias sobre los romanos (ocho en total) arrancando un jirón de sus rojos estandartes y poniéndolo en su lanza, lo cual es precisamente el origen de la “Seña Bermeja”.
Llegamos a la edad media que fue la época de máximo esplendor de la ciudad, una explosión del románico. Y es que, si viajas a Zamora, te darás cuenta de que la mayoría de sus monumentos son románicos. Además de la catedral, en su casco histórico se conservan más de veinte iglesias y otros edificios civiles y militares de este estilo arquitectónico, como el castillo, las murallas, el puente sobre el río Duero, palacios y casas señoriales. ¡Es la ciudad que más edificios románicos posee ¡de toda Europa! Por ello Zamora es la capital del románico. Alguno de los edificios más representativos y que ya por sí mismos merecen el viaje.
La Catedral de Zamora, emblema de la ruta del románico zamorano
Catedral de Zamora
Cúpula de gallones catedral de Zamora
La Catedral de Zamora es el monumento más representativo del románico zamorano, y data del siglo XII. Su cimborrio con decoración exterior de escamas es un auténtico símbolo de la ciudad; y la Puerta del Obispo es una de las muestras más bellas de decoración románica.
Iglesia de San Pedro y San Ildefonso, Monumento Nacional
Es el segundo templo en tamaño e importancia de la ciudad, declarada Monumento Nacional. Se levantó sobre una anterior iglesia visigoda y guarda los restos de San Ildefonso, primer obispo de Zamora.
Iglesia de Santa María Magdalena, la más elegante del románico zamorano
La Iglesia de Santa María Magdalena está considerada la iglesia románica más bonita y elegante de Zamora (también está declarada Monumento Nacional). Se trata de un templo de una única nave reforzada por numerosos contrafuertes, que cuenta con una torre (inconclusa) a los pies y con un ábside semicircular que alberga la capilla mayor.
Iglesia de Santiago El Viejo o de los Caballeros
Situada extramuros de la ciudad, junto al río, es una de las más conocidas. Muy ligada al romancero zamorano, ya que según la leyenda, en ella fue nombrado caballero El Cid Campeador por el rey Fernando I de Castilla.
Murallas de Zamora, «la bien cercada»
El Castillo y las Murallas de Zamora
El emplazamiento de la ciudad en una zona estratégica, a orillas del Duero y en plena Vía de la Plata, hizo necesaria la construcción de un recinto amurallado defensivo entre los siglos XI y XIII. Llegó a tener tres, de ahí que tuviera el título de “Zamora, la bien cercada”.
Puente de Piedra o “Puente Nuevo”
Construido en el siglo XII sobre el río Duero, el Puente de Piedra es uno de los cinco que posee la ciudad, aunque en su época era el único paso posible para comunicar los barrios del arrabal con el centro histórico.
De estilo románico, este puente consta de dieciséis arcos apuntados y una longitud de 250 metros. Fue levantado para sustituir el destruido puente romano, por ello también es conocido como “Puente Nuevo”.
Palacio de Arias Gonzalo o Casa del Cid
Situado frente a la Catedral, es una de las poquísimas muestras de arquitectura civil románica que se conservan en España. La parte más antigua del edificio es la fachada que se encuentra adosada a la Puerta del Obispo. Formando parte del primer recinto amurallado.
El edificio debe su nombre al aristócrata zamorano y albacea del rey Fernando I, Arias Gonzalo, aunque también es conocido como Casa del Cid, pues existe la leyenda de que el mismísimo Rodrigo Díaz de Vivar se crió en esta vivienda.
Después de éste paseo puede que tengamos hambre. Para comer
Muy cerca de la ciudad de Zamora, está San Pedro de la Nave, una joya visigótica de las tres que quedan en España en perfecto estado de conservación.
También las impresionantes ruinas del cisterciense Monasterio de Santa María de Moreruela (siglo XII).
Vista del transepto y de la bóveda octopartita, ausente por su derribo.